El alcalde de Alfoz de Lloredo, Enrique Bretones, ha advertido que el Ayuntamiento «no se hará responsable» de ningún incidente derivado del «lamentable» estado en que se encuentra el aparcamiento de la playa de Luaña, en Cóbreces, ya que las obras y el mantenimiento de las mismas realizadas en el espacio de dominio público marítimo-terrestre es competencia de la Demarcación de Costas, que depende del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
Según reconoce el propio alcalde, que está «harto» de las quejas que le plantean los vecinos y turistas, todos usuarios de este arenal, la zona de aparcamiento presenta hoy un aspecto «tercermundista». Tiene «agujeros» y «baldosines levantados» que resultan peligrosos, tanto para los vehículos como para las personas, que le han trasladado sus protestas en masa.
Bretones recuerda que debido a la situación de los accesos a la playa, la Administración local ha solicitado habilitar las casetas de los socorristas así como otros elementos, como las duchas o papeleras, dentro del arenal, pero el Estado, dice, les ha «denegado» esta petición. También la posibilidad de cobrar a quienes aparquen en la zona para, con ese dinero, contratar a una persona que regule y coloque bien los coches, dadas las «retenciones» y «caos» circulatorio que se genera a lo largo de «todo el verano» en las inmediaciones a la playa.
Según reconoce el propio alcalde, que está «harto» de las quejas que le plantean los vecinos y turistas, todos usuarios de este arenal, la zona de aparcamiento presenta hoy un aspecto «tercermundista». Tiene «agujeros» y «baldosines levantados» que resultan peligrosos, tanto para los vehículos como para las personas, que le han trasladado sus protestas en masa.
Bretones recuerda que debido a la situación de los accesos a la playa, la Administración local ha solicitado habilitar las casetas de los socorristas así como otros elementos, como las duchas o papeleras, dentro del arenal, pero el Estado, dice, les ha «denegado» esta petición. También la posibilidad de cobrar a quienes aparquen en la zona para, con ese dinero, contratar a una persona que regule y coloque bien los coches, dadas las «retenciones» y «caos» circulatorio que se genera a lo largo de «todo el verano» en las inmediaciones a la playa.
