domingo, 14 de diciembre de 2008

HISTORIA DE LOS VILLANCINCOS

Un villancico es, actualmente, una canción cuya letra hace alusión a la Navidad.

Se cantan tradicionalmente en el periodo previo y durante la Navidad. La tradición de los villancicos se remonta al siglo XII, aunque los villancicos eran originariamente canciones comunales cantadas durante las celebraciones como puede ser la de Navidad, posteriormente comenzaron a cantarse en las iglesias y a asociarse específicamente con la Navidad.

Las primeras canciones que pueden denominarse así eran en realidad danzas de coro medievales. No tenían ninguna referencia religiosa pero, gradualmente en lugares como Alemania, Francia y Gran Bretaña se asocian a la iglesia y pasan a formar parte de su repertorio. También la Iglesia originó sus propios villancicos, la colección más importante apareció en 1992 y bajo el nombre genérico de "Piae cantiones", escritas en latín, Muchos han sido traducidos hasta convertirse en himnos muy famosos.

En España la palabra villancico no solo debe relacionarse con la canción popular que festeja la Navidad del Señor sino que también encontramos idéntica denominación para un tipo de composición musical derivada en su origen de una melodía cantada por los villanos y que en el Renacimiento entre el siglo XV y XVI se convierte en canciones a una voz con acompañamiento de vihuela o en canción para tres y cuatro voces con raíces populares.

En sus orígenes, en el siglo XV, villancico es un término empleado para designar a una composición poética de carácter popular. Literariamente consiste en un estribillo de tres versos, unas coplas de cuatro, uno o dos versos de enlace y repetición de los últimos versos del estribillo, que reciben el nombre de vuelta. El estribillo conforma una sección musical, a la que podemos llamar A; los dos primeros versos de las coplas poseen una música diferente, a la que podemos llamar B. Después de estas se repite la música del estribillo. Por lo tanto,la estructura final sería: Abba . Veamos un ejemplo:

Hoy comamos y bebamos
Y cantemos y holguemos
Que mañana ayunaremos
Estribillo A
Por honra de san Antruejo
Parémonos hoy bien anchos
Embutamos estos panchos
Recalquemos el pellejo
Coplas b
b Que es costumbre de concejo
Que todos hoy nos hartemos
Que mañana ayunaremos
Versos de enlace
Vuelta a
La temática del villancico, como se ve en el ejemplo anterior, distaba mucho de tener un carácter religioso. Entre las composiciones conservadas en el Cancionero de Palacio, una de las fuentes musicales más antiguas del género, aparecen villancicos con los contenidos más dispares, desde textos amorosos a violentas e irreverentes sátiras, pasando por composiciones que celebran algún destacado acontecimiento, así como cantos en alabanza de Cristo o la Virgen María. Por lo tanto, se trata de un género en el que no hay restricciones de contenido y cuya finalidad, aunque tenga tema religioso, no es nunca una ceremonia litúrgica. El compositor más destacado de este periodo es Juan del Enzina (1468-1530), a quien pertenece la composición anterior.

SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVI: HACIA UN GÉNERO RELIGIOSO
Durante la segunda mitad del siglo XVI coexisten dos tipos de temática en el villancico: la profana y la religiosa. Los ejemplos de villancico religioso existen ya en la época anterior, si bien son puntuales. Posteriormente, adquiere una importancia cada vez mayor los asuntos religiosos. Y ello debido a que las autoridades eclesiásticas empiezan a considerar la conveniencia de introducir en la liturgia composiciones en castellano, compuestas en el estilo sencillo y directo del villancico, como una forma de acercar al pueblo a los misterios de la Fe católica, especialmente durante las celebraciones correspondientes a la Navidad y al Corpus Christi.

Se convertirá en una de las principales obligaciones del maestro de capilla la composición de villancicos diferentes cada año para las principales fiestas del calendario litúrgico.Los ejemplos más representativos de esta segunda época del villancico los tenemos en el Cancionero de Upsala, el Cancionero de Medinaceli y las Canciones y Villanescas Espirituales de Francisco Guerrero. En ellos podemos ver un ligero incremento de la complejidad musical del género, tendencia que se acentuará en los siglos XVII y XVIII. Dicho cambio se concreta en la búsqueda de una distinción cada vez mayor entre las coplas y el estribillo.

Éste tiende a hacerse ligeramente más extenso y con una textura polifónica, mientras que las coplas suelen ser más cortas, reducen el número de voces y la textura es homofónica.

EL SIGLO XVII: ESPLENDOR DEL VILLANCICO POLIFÓNICO
La interpretación de villancicos se hace cada vez más frecuente a pesar de las censuras de que es objeto por parte de las instituciones conservadoras. Ya en 1596 Felipe II había ordenado que no se cantaran villancicos en la Capilla Real , prohibición que como veremos, no tuvo ningún efecto. La razón de estas censuras radicaba en lo siguiente: se convierte en una práctica cada vez más habitual la composición de villancicos en forma de diálogo, especialmente en Navidad, para recrear la sorpresa de los pastores ante el anuncio del Nacimiento del Mesías. Temas como este se convertían en un excelente pretexto para realizar divertidas parodias, en las que se hacía burla de personajes arquetípicos y de diversas nacionalidades. En este sentido son interesantes los villancicos de Negro y las Jácaras.

Aparte de la Navidad el Corpus Christi se convierte en otra festividad importante en la que se suceden las interpretaciones de villancicos, así como de otras composiciones en castellano, especialmente durante las denominadas "siestas". Asimismo, durante el reinado de Felipe IV se instituye la celebración de las Quarenta Horas, momento tambièn muy propicio para el desenvolvimiento de dicho repertorio con todo su esplendor.

Musicalmente, el villancico del siglo XVII se produce un aumento en la complejidad técnica y formal. Frente a las tres o cuatro voces del siglo XVI, lo habitual es la composición para ocho voces distribuidas en dos coros dispuestos en diferentes lugares de la catedral y acompañados de arpa, violón y órgano. Formalmente, el estribillo se convierte en una sección muy extensa y con una escritura polifónica relativamente compleja, mientras que las coplas contrastan con éste por su brevedad y por la reducción de la plantilla vocal e instrumental al mínimo. De entre el gran número de compositores que escribieron villancicos durante el siglo XVII podemos destacar algunos como Cristóbal Galán, Juan Hidalgo y Sebastián Durón.
EL SIGLO XVIII: ITALIANIZACIÓN, CENSURAS Y DECADENCIA
El siglo XVIII es el triunfo definitivo del estilo operístico italiano, el cual se adueña de todos los paises europeos. En España sucede lo mismo, y no sólo en el terreno de la ópera y de la zarzuela, sino también en otros géneros, como es el caso del villancico. Frente a la estructura uniforme de coplas y estribillo existente durante los siglos anteriores, los villancicos del siglo XVIII pueden llegar a tener una complejidad tal de secciones que en muchos casos no serán sino una alternancia de recitativos y arias da capo, al estilo de la ópera seria italiana.En la actualidad el término "villancico" se ha convertido exclusivamente en sinónimo de canción de Navidad, preferentemente de origen popular, que puede estructurarse de cualquier forma y que también podemos utilizar para referirnos a una canción navideña de cualquier nacionalidad. No hemos de olvidar pues que en su origen el villancico fue un género exclusivamente español y que tuvo muy diversos usos a lo largo de su historia.

A pesar de todo, en los villancicos actuales perviven algunas características del antiguo villancico, como es la estructura de estribillo y coplas, la frecuente aparición de personajes populares y la inclusión en algunas ocasiones de textos relativamente atrevidos ( véase, por ejemplo: "En el portal de Belén han entrado los ratones......"). En conclusión, podemos decir que el villancico actual mantiene algunos elementos básicos desde sus orígenes, si bien ha perdido su antiguo esplendor para convertirse en un género popular.