sábado, 3 de abril de 2010

La joya ácida de Novales

ALFOZ DE LLOREDO
La joya ácida de Novales
Vinculado a las minas de blenda, el limonero ambienta y da personalidad a este enclave desde hace más de 400 años
02.04.10 - 00:18 -
MARGARITA FERRANDIS
Junto a la costa del Cantábrico, a sólo tres kilómetros rectos del mar, está Novales, un bonito pueblo a caballo entre dos villas señoriales: Comillas y Santillana del Mar. Típicos del clima mediterráneo, los limones han encontrado allí un lugar ideal para su crecimiento, algo que parece insospechado en un clima como es el del norte de España, caracterizado por las abundantes lluvias y el frío. Muchos dicen que en Novales existe un microclima que es el que favorece el crecimiento de estos cítricos de excepcionales propiedades curativas, pero cuenta Manuel Seco, uno de esos agricultores de toda la vida, que el secreto «está en la tierra».
Durante los últimos dos siglos se trabajaron aquí las minas de blenda que horadan la zona. Precisamente este mineral, que contiene un alto contenido en hierro, es lo que hace que los limones se den tan bien en Novales.
Al menos eso cree Manuel Seco, que durante toda su vida se ha dedicado a la huerta y a cuidar y producir limones.
Igual que él, son muchas las personas en Novales que tienen limones o cítricos en su huerta. Sólo hay que darse una vuelta por este hermoso pueblo para comprobarlo, donde hay una casa con jardín hay un limonero, y donde hay un huerto hay un limonar. Pero no estamos hablando de una producción industrial, sino de gente que aprovechado sus terrenos y plantan este árbol con cuyos frutos se sacan un dinero extra u obsequian a quien lo merezca. Según cuenta Manuel, se ve que «es muy típico en Novales lo de ir medico y regalarle una bolsa de limones al doctor».
Orígenes del cultivo
El origen de los limones y los cítricos en Novales se remonta unos 400 años. Hay documentos históricos que datan de los siglos XVI y XVII en los que ya hay referencias hacia este fruto. Parece ser que los navíos procedentes del norte de Europa, Inglaterra, Flandes y Francia recalaban en la ensenada natural de Puerto Calderón y, aprovechando la parada, se surtían de esta preciada joya ácida para combatir el escorbuto durante sus travesías por alta mar.
Y es que el limón es una fruta con unas propiedades extraordinarias. Tiene un alto contenido en vitamina C, es antioxidante, aumenta las defensas naturales, neutraliza las toxinas e incrementa la capacidad de absorción del hierro. Y su flor, el azahar, desprende un agradable aroma que enriquece la presencia de este árbol. Los árabes los plantaban en sus jardines para embelesar a sus damas, ya que dicen que el olor de la flor del azahar tiene propiedades afrodisíacas.
Denominación de origen
El pasado año, el alcalde del municipio, Enrique Bretones, se reunió con el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería y Pesca, Jesús Oria, para hablar de la posibilidad de otorgar a los limones de Novales una certificación agroalimentaria de denominación de origen. Según ha confirmado el alcalde, «este asunto está un poco parado. Aunque sí que hemos solicitado a la Consejería en reiteradas ocasiones la posibilidad de repartir plantas de limonero entre los vecinos para repoblar las huertas, potenciar el cultivo y asegurar su permanencia durante muchos años».
Y es que la mayor riqueza vegetal con la que cuenta Novales son sus limones. Pero no son las únicas frutas del clima mediterráneo que se dan bien por estas tierras. También salpican el paisaje aguacates, nísperos, kiwis, kakis, ciruelas y cultivos menos frecuentes como el cacahuete, la chirimoya o el tamarindo, entre otros. Todos ellos fruto de la tierra de Novales.
FUENTE TEXTO Y FOTO: EL DIARIO MONTAÑES.ES